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Cómo ahorra agua y gas

Por una cuestión de precios, y también de ecología, ahorrar agua y gas es cada vez más importante.


El punto inicial es saber cuál es la capacidad de nuestra caldera para calentar agua, tanto ACS (Agua caliente sanitaria) como la del circuito de calefacción. Debemos, por tanto, adecuar la potencia de la caldera tanto al número de radiadores como al de grifos de agua caliente. El exceso o defecto de potencia se convierte en un incremento del gasto, tanto de agua como de gas.


Por norma general, una caldera de condensación gasta un 35% menos que una estanca. Plantear cambiarse a una caldera de condensación, por tanto, supone un gran ahorro todo el año, no sólo cuando encendemos la calefacción, por lo que será una inversión fácilmente amortizable.


De todos modos, tengamos la caldera que tengamos, podemos hacer cosas que nos ayuden a ahorrar.


Comencemos con el agua caliente. Cuando hay más de un balo y la distancia a la caldera va siendo mayor, notamos que tarda mucho en salir caliente, por lo que tiramos muchos litros de agua hasta que podemos meternos en la ducha. La reacción más habitual para intentar solucionar esto es subir la temperatura del agua en la caldera. Esto provoca que cuando sale por fin caliente, está demasiado caliente y tenemos que mezclarla con agua fría para bajarle la temperatura. Por lo que esta solución no parece muy aconsejable, ya que sigue tardando lo mismo o más en llegaros el agua caliente a la ducha, y encima luego la mezcláis con agua fría, con lo cual el gasto energético no sirve para nada.


Esto ocurre porque las calderas calientan una cantidad limitada de agua, y a más temperatura le pidamos menos agua caliente sale por los grifos, por lo que al final gastamos más agua y más gas.


La solución es, regular la temperatura del agua caliente en la caldera de manera que consigamos que salga por el grifo a la temperatura de uso, sin mezclar con agua fría. Así no sobre-calentamos y no tenemos que enfriar con agua fría, por lo que le pediremos un menor esfuerzo a nuestra caldera, y por tanto ahorraremos gas.

Ya sé que en algunas calderas analógicas, esto es no es muy fácil de conseguir, pero probando y con un poco de paciencia podemos llegar a encontrar nuestra temperatura ideal lo que nos llevará a ahorrar en cada ducha.


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ASTURGAS Somos expertos en calderas

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